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Cómo empezar

A menudo, cuando estamos embarazadas, especialmente cuando es la primera vez, la lactancia la vemos muy lejana y pareciera que "no hay que hacer nada", solo poner al bebé al pecho; por eso toda nuestra atención se dirige hacia el parto, al que vemos más dificultoso.

Pero la lactancia materna, además de tener una parte instintiva, consta de una parte aprendida, adquirida por imitación de las mujeres del entorno. Es un arte que tiene su técnica y, desafortunadamente, en nuestra sociedad actual, esa parte de aprendizaje de unas mujeres a otras, se ha perdido. Por eso se han creado los grupos de apoyo, y animamos a todas las embarazadas a que acudan a un encuentro de grupo. Es probable que mucho de lo que se diga dé la sensación de que se va a olvidar, pero llegado el momento, vendrá a la memoria.

Tampoco hay que agobiarse si al principio no nos resulta tan fácil como era de suponer. La teoría está bien, pero la práctica no es lo mismo... Poco a poco nos haremos expertas.

Tras el parto

Cuanto antes, mejor para ambos, si estamos en condiciones de intentarlo. Es recomendable hacerlo en las primeras dos horas tras el parto, cuando el bebé está más alerta y su reflejo de succión es más notable. Además, le darás el calor, seguridad y protección que el bebé busca y necesita.

Algunos bebés no quieren mamar inmediatamente. En estos casos procura tenerle a tu lado y ofrécele el pecho a menudo. Así estimularás su deseo de mamar. No se trata tanto de alimentar al bebé, como de darle la bienvenida; calmar el estrés que le ha supuesto el parto, aprovechando que su "instinto de succión" es muy vigoroso y que suele estar muy despierto y receptivo en las primeras horas, para que nos conozca y que le conozcamos, para animarle a mamar como si fuera un juego.

El calostro es la primera leche que se produce en la mama tras el parto. Está perfectamente adaptada a las necesidades alimenticias del recién nacido en sus primeros días de vida: contiene gran cantidad de proteínas y anticuerpos (para proteger al bebé contra posibles infecciones) y poca grasa (el bebé nace con gran reserva de ella).

Hacia el tercer día aparecerá la "subida de la leche", con mayor cantidad de líquido, más rica en azúcares y grasas y con menos proteínas. Esta leche llamada de transición dará paso a la leche madura hacia el décimo día.

En casa

La subida de la leche coincide con el momento de vuelta a casa. Ante todo, mucha calma; procurad explicar a las visitas que necesitais de tiempo y tranquilidad para establecer la lactancia, que no se prolonguen demasiado. Si os surge cualquier duda, poneos en contacto con el Grupo de Apoyo.

Podeis consultar este vídeo que os ayudará a comprender el proceso.